El mundo de la televisión infantil siempre ha capturado mi atención: logra que un niño de cualquier edad se quede pasmado frente a la pantalla cuando ésta está en desventaja frente a una presentación en vivo. Durante años la televisión infantil ha estudiado al niño-audiencia, pero a fondo, ciencia de la mano, números para medir, cerebros para analizar y posteriormente modificaciones para mejorar. Un ciclo que se repite infinitamente en la industria.
Fue en una librería en el centro de Santiago donde vagando entre pasillos di con un título que sentí estaba escrito para satisfacer mi curiosidad: “La Nueva Televisión Infantil” de un caballero llamado Valerio Fuenzalida que a vuelo de pájaro es un experto en el rubro y prolífico escritor con decenas de libros y cientos de artículos que giran en torno a la televisión, especialmente la que apunta a los nenes.
Lo compré y lo devoré. Se nota en cada palabra la formación académica del señor Fuenzalida: el libro está escrito con constantes citas, referencias, estudios con sus respectivos años que validan sus análisis. Se pasea por diferentes programas infantiles y los analiza. Habla de ventajas y carencias de la industria y sobre cómo es el proceso para crear un contenido que sea entretenido y educativo, esto último casi una constante.
En este artículo no pretendo hacer un resumen, sería atrevido y faltaría a mi promesa. Sí nombraré algunos de los aspectos de la televisión infantil que considero sumarían al mundo de los magos infantiles: pondré la pelota en tus manos y tú sabrás qué hacer con ella. Así que vamos para allá.
Los estadios psicosociales en Erikson
El psicólogo estadounidense de origen alemán Erik Erikson formuló una teoría acerca del desarrollo psicosocial en el ciclo de vida del ser humano. La segmenta en ocho estadios jerárquicos y cada uno tiene una tarea básica o desafío central a cumplir.
Esos estadios han ayudado a generar una nueva concepción televisiva del niño-audiencia.
Si el programa es para niños de 2 a 3 años entonces el contenido buscará ayudar al individuo a cumplir sus metas referentes a esa etapa.
La separación por edades no es algo nuevo en el mundo de la magia: David Kaye en su libro Seriously Silly hace algo similar, pero tomar la teoría de Erikson como referencia es un claro avance en muchos aspectos ya que no solo se centra en el entretenimiento sino en ayudar al niño-audiencia a superar cada etapa que le corresponde a su edad.
La magia infantil puede aprender de la televisión que el entretenimiento del pequeño es solo una de las metas, ampliando el abanico al tiempo que atiende sus necesidades específicas.
Dependiendo del recibimiento de este escrito escribiré otro que hable solo de los estadios.
Busca la representación del niño en la pantalla
Si se pretende satisfacer los desafíos de cada etapa es clave que el niño-audiencia se vea representado en la pantalla. Debe reconocer no solo a él mismo sino a su entorno: una voz en off cordial y familiar; femenina emularía la voz materna y masculina la paterna. La presencia de un anciano es la representación del abuelo. Tareas cotidianas, miedos usuales en los pequeños…
Los magos podemos crear situaciones familiares para los pequeños y favorecer esa representación: si usamos magia podemos reparar algo, si nos llenamos de valor y conseguimos cierto objeto mágico lograremos callar los relámpagos que tanto nos asustan. Si eres ventrílocuo, usar muñecos que sean ancianos. Notarás que intuitivamente ya hemos usado algunos de estos recursos.
Hablar de forma interactiva
Es una característica distintiva de la televisión infantil moderna: en busca de superar la principal limitante, la unidireccionalidad, los programas han buscado generar más interacciones con el niño-audiencia haciendo preguntas abiertas a las espera que del otro lado de la pantalla participen. Un conocido ejemplo es Dora La Exploradora, una niña aventurera que constantemente se ayuda con los niños.
En esto los magos y en general cualquier artista infantil en vivo tiene una ventaja: podemos comunicarnos con los pequeños a través de preguntas que nos ayudan a fortalecer ese nexo. Nuestros shows no deben ser unidireccionales sino bidireccionales, la herramienta de la comunicación abierta, de la escucha y respuesta nos garantiza una conexión con nuestra audiencia y un mejor control de nuestro acto.
Nuevamente, de forma intuitiva esto ya lo sabíamos, la mayoría de los magos infantiles profesionales echan mano de estas herramientas. El nuevo reto hoy sería el cuestionarnos el por qué hacemos estas preguntas: ¿solo con la intención de mantener a los niños controlados? si atendemos a los desafíos de la etapa en la que estén los pequeños la cantidad de preguntas se amplían y buscan una meta más profunda y compleja.
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Me quedo corto con lo escrito, podría escribir muchos artículos más nombrando otros paralelismos que podrían sernos útiles, pero si esto enumerado ha despertado un deseo en ti de hacer las cosas de una forma diferente entonces me doy por conforme. Mientras tanto te invito a que compartas este escrito con tus colegas y lo conversen.
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