Si hay algo que siempre ha tenido mucha presencia en el mundo de la magia, es la tecnología, los magos siempre están buscando nuevas cosas con las que sorprender a un público cada vez más preparado y exigente.
En la actualidad es raro ver vestido a un mago con algo que no sea su ropa normal de calle, y, debido a tendencias de protección a los animales, también han dejado de trabajar con animales. Han tenido que cambiar completamente su forma de trabajar y adecuarla a los tiempos que corren, puesto que antes nos sorprendíamos con casi cualquier cosa, y ahora es difícil que nos sorprenda algo. Por todo esto, los nuevos magos, han cambiado la baraja por una tableta y la chistera por una aplicación de móvil. Un ejemplo muy claro, es el de Jorge Blass, un mago español al que David Copperfield le ha comprado un truco en el que intervienen las redes sociales. Consiste en elegir alguien del público y que esta persona escoja a algún contacto de sus redes sociales. A continuación, aparece en el escenario una caja enorme, en la que estará el contacto que la persona del público eligió. De hecho, Copperfield fue uno de los primeros en utilizar la tecnología, ya en los años ochenta hizo desaparecer la Estatua de la Libertad ante el asombro de cientos de espectadores.
Todos estos nuevos métodos tienen que ver además con el público, que es cada vez más exigente, y tiene otras armas, como youtube, por ejemplo, que les permite ver cientos de veces cualquier truco, con lo que descubrir cuál es la ilusión se convierte en algo sencillo. Buscando espectáculos cada vez más asombrosos, los magos han empezado a utilizar la robótica, y la conexión a aparatos como tabletas, smartphones o iPads o apps online como las tragamonedas online con las que ya hemos visto varios trucos y dan un toque interesante de casino a los juegos. Todo sea por el espectáculo
Uno de los magos más conocidos a nivel mundial es Marco Tempest, y a su vez fue un pionero en esta nueva magia. Se dio cuenta de que para competir con las nuevas tecnologías, debía usarlas en todo su espectáculo, y sobretodo, adelantarse a ellas. Tiene un mega laboratorio en Nueva York, en el que se pueden ver los adelantos tecnológicos más punteros, y su labor es utilizarlos en sus actuaciones. De hecho él mismo ha desarrollado aplicaciones que luego comercializa o bien regala a su público.
Con todo y eso, de lo que se trata siempre es de sorprender, el público queremos seguir siendo sorprendidos y aunque es difícil hacer cosas nuevas, se hacen, lo consiguen. La barrera entre lo físico y lo digital, cuando se cruza, lo consigue. Hay también, por ejemplo, impresoras en 3D, por ejemplo, te ofrecen hacer una réplica de ti mismo y en tamaño natural. Esto lo hace un mago llamado Simón Pierro, que se hace llamar el mago del iPad, puesto que la mayor parte de sus trucos los hace con este aparato. Introduce elementos reales en el mismo, luego los saca e interactúa con ellos.
En todo caso, todo esto no resta ningún mérito a los magos, todo lo contrario. Las nuevas tecnologías los ayudan y los obligan a estar continuamente renovándose.
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