Steve Cohen fue el invitado de Tannen’s Book Club para hablar de su libro más reciente Max Malini: King of Magicians, Magician of Kings. Se sentó en la legendaria tienda de magia de Nueva York junto a David Kaye (sí, Silly Billy sin disfraz) para contar la historia de cómo escribió esta tremenda obra dedicada al legendario Malini.
Describió todo el proceso de producción del libro, historias que no están publicadas y hasta compartió algunos elementos de su colección personal acerca de Max Malini la cual lleva nutriendo durante más de 20 años. Al final respondió preguntas del público presente y online.
Algunos datos que compartió:
El libro fue su proyecto de pandemia, pues tuvo que parar las presentaciones de su show Chamber Magic en el Lotte New York Palace durante un poco más de un año por la bioseguridad, así que dedicó su tiempo a sacar esta obra adelante.
Como todos los métodos de los efectos de Malini no fueron publicados, para explicar algunos, Cohen investigó el contexto, a qué magia y personas tenía acceso Malini en el momento de crear y a partir de ahí lograr deducir cómo trabajaba.
Al final tiene un índice de todos los artículos que cuentan actuaciones de Malini por todo el mundo en orden cronológico, las cuales tuvo que transcribir él mismo.
Algunas estrategias que usaba Malini para darse a conocer era cargar un libro de recortes de periódico y revistas donde hablaban de sus actuaciones para la realeza y al rededor del mundo. Lo mostraba a periodistas y personajes importantes, como el gerente del hotel más prestigioso de la ciudad (donde se hospedaba), después de realizar algunas magias para ellos, lo cual despertaba el interés por su trabajo.
Pero la mejor de todas era ser simpático, una persona con la que todos querían estar. Un gran contador de historias, afirma Cohen que si su show duraba una hora eran 45 minutos de charla y 15 de trucos. Y la audiencia siempre maravillada con su personalidad.
Cohen revela el método de su versión del ladrillo que aparece bajo el sombrero, efecto original de Malini.
A pesar de que Malini hizo una, o varias, fortunas debido al prestigio ganado a lo largo de su carrera, no hay certeza de lo que pasó con su dinero al final de su vida y tras su muerte.
El libro se iba a imprimir en Hong Kong pero querían censurar una parte porque hablaba de hechos previos a la Primera Guerra Mundial, así que se produjo en Singapur.
Hubo un video de una actuación de Malini para niños en Honolulu, pero a pesar de todo el trabajo de Cohen no fue posible conseguirlo, pues se trataba de un archivo en filme de hace más de 100 años el cual ya no existe.
Este es el único video conocido de Max Malini:
La mejor historia que compartió fue la siguiente:
Max Malini y Harry Houdini eran contemporaneos, por lo tanto se conocían. El día en el que Houdini recibe el golpe en el estómago que le provoca la apendicitis con la que muere, Malini y su hijo estaban en la audiencia. Salieron juntos a tomar el tren y esa fue al última vez que se vieron.
Vean la charla completa en la página oficial de Tannen’s Book Club.
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