Haruo Shimada nos ha dejado a sus 81 años. Sin duda uno de los mejores magos de todos los tiempos. Influencia de varias generaciones, un artista que debería mostrarse en todas las escuelas y de quien tenemos mucho por aprender. ¿Por qué? intentaré explicarlo a continuación.
Nació el 18 de diciembre de 1940 en Tokyo, Japón. De una familia con dificultades económicas, su afición nació tras conseguir un trabajo en la tienda Tenyo durante su juventud. Tenyo, el dueño de la tienda y su primer maestro, hacía grandes ilusiones pero a Haruo le atraía más la manipulación, así que se convirtió en alumno de Tenkai, quien había regresado al país luego de 30 años viviendo en Estados Unidos.
No solo aprendió a manipular, sino también germinó la idea de emigrar.
A sus 18 años hizo su debut oficial con actos de manipulación de cartas y bolas, así consiguió varios contratos en televisión y hasta actuar para el emperador Hirohito.
Su maravilloso acto con palomas fue inspirado por (adivinen) la escena de Channing Pollock en le película European Nights (1962). Es fantástico y lo llevó por todo el mundo. Disfrutemos:
En 1965 comenzó a actuar fuera de su país, en tour por México y Australia, donde conoció a Deanna quien se convirtió en parte de sus actos y con quien se mudaría definitivamente a Estados Unidos en 1970.
Si han visto actos de palomas y sombrillas, seguro tienen influencia de Shimada. Se podría afirmar que una gran mayoría de palomeros tienen al menos una técnica del mago japonés entre sus rutinas. Mejor dicho, si haces magia con palomas, manipulas cartas o apareces una sombrilla (recuerda que es el 2022;-)) seguro conoces su nombre.
Será siempre poco, quedará faltando texto para describir todas las virtudes de Shimada: sinónimo de timing, carisma, creatividad y ritmo. De sus actos podemos sacar una lección de cada movimiento que hace, literalmente. Cada gesto, cada mirada, tiene un por qué y para que. Pero más allá de eso, tiene esa presencia en escena propia de su cultura, es imponente, tenía una mirada profunda y generaba mucho respeto.
En 1975 debutó su Dragon Act, un acto inspirado ya no por la magia occidental, sino por su cultura oriental. Aquí en la televisión de Chile:
En 1982 actuó como apertura del show de Liberace en el Hilton de Las Vegas, seguiría así durante cinco años donde además hizo parte del espectáculo Splash en el Rivera Hotel convirtiéndose en el primer japonés en tener un contrato de tantos años en la capital del entretenimiento.
Así mismo, fue invitado a los shows de Johnny Carson, Merv Griffin, Dick Cavett y Bill Cosby, entre otros.
La Academy of Magical Arts (AMA) lo premió como Visiting Magician of the Year en 1972, Mago del Año 1973, 1974 y 1976 y Performing Fellowship en 1989.
En 1977 publicó su único libro: Shimada Haruo no Bon.
Protagonizó cuatro especiales de televisión en Japón.
Shimada se retiró de los escenarios pero nunca dejó la magia, hacía apariciones en convenciones y enseñaba, aquí un video con partes de una de sus conferencias.
Su legado lo lleva su hija Luna Shimada, quien seguramente les suena porque es una maga que lleva muchos años en la industria siendo embajadora de las magas y realizando sus actos por todo el mundo.
La magia de Shimada vivirá para siempre. Un gran abrazo a sus amigos, alumnos y familiares.
Descanse en paz.
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