El ilusionista argentino Gastón Quieto está cumpliendo el sueño que muchos magos imaginamos de niños y lo vemos como una fantasía: presentar nuestro espectáculo de magia en todos los rincones del mundo. Él lo hace literalmente, realiza su show casi todos los días del año en un lugar diferente del planeta. Lo hace a bordo de los cruceros más importantes de la actualidad.
Con una carrera que abarca varias décadas, durante los últimos 9 años de su vida, Gastón Quieto ha logrado lo que pocos artistas consiguen: presentarse para públicos multiculturales de hasta 4,000 personas mientras viaja y disfruta de paisajes que cambian constantemente, desde el Caribe hasta los fiordos nórdicos.
Comenzó su carrera en los años 90 en Argentina, fundó el primer bar mágico donde hacía magia de cerca, y al tener la oportunidad de actuar tan seguido, perfeccionando su estilo y efectos, produjo dos DVD’s para magos, hecho que lo llevó a dar conferencias y darse a conocer en congresos y festivales internacionales. Tiene premios locales e internacionales en la International Brotherhood of Magicians (IBM) y FLASOMA. Además de ser invitado varias veces al Castillo Mágico de Hollywood.
Vivió durante varios años en Dubai, donde trabajó para grandes marcas y eventos privados de alto nivel. Tuvo la oportunidad de actuar y conocer celebridades como lo que verán a continuación:
Como dato curioso, Quieto tiene un record mundial Guiness: Fastest car illusion (2014)
Entrando al mundo de los cruceros
Estando en Emiratos Árabes fue contactado por la linea Carnival para realizar un reemplazo de un artista en un recorrido por Sudáfrica y Asia. Luego de esa experiencia decidió que ese mundo sería su plataforma principal.
Quieto destaca que los contratos en cruceros son exigentes, pues te dan una semana de prueba donde el entertainment director aprueba lo que presentas en escena, una vez pasado ese filtro «Te hacen sentir como una estrella, presentandote un día frente a 2,000 personas y al siguiente ante 4,000».
Además, que la competencia no sólo son magos (que de hecho no hay tantos como se piensa) sino todo tipo de artistas de variedad como comediantes, malabaristas, imitadores, cantantes, multi-instrumentistas, etc.
Hoy en día, el argentino se ha consolidado como uno de los pocos ilusionistas especializados en cruceros, una vida que, según él, «no es para todos». Este estilo de vida requiere una gran disciplina, ya que los contratos pueden extenderse de una semana a seis meses, con dos presentaciones diarias. A pesar de lo extenuante que pueda parecer, él asegura que la experiencia le ha permitido crecer como artista.
El Secreto de su éxito
Uno de los aspectos más importantes para tener éxito como mago en cruceros es hablar cuatro idiomas (español, inglés, francés y portugués) le ha abierto puertas, y los agentes lo prefieren por dicha versatilidad.
Así mismo, asegura que la comedia debe ser neutral, sin tocar temas como la política o la religión, ya que la diversidad de los públicos internacionales exige cuidado y respeto en el contenido.
Finalmente, la adaptabilidad. Quieto ha ajustado su show para poder llevarlo de un lugar a otro con facilidad. Originalmente presentaba grandes ilusiones, pero con el tiempo, y debido a la necesidad de movilidad y las restricciones de carga en los barcos, tuvo que rediseñar su espectáculo. Hoy en día, su show se basa principalmente en números musicales, con pocas palabras, lo que le permite conectar con audiencias de diferentes idiomas y culturas.
La vida en un crucero
Asegura que el mago no trabaja tanto como otros artistas, mucho menos como el resto del personal del barco. A pesar de eso hay que tener una mentalidad fuerte, pues estás mucho tiempo fuera de casa.
Todo depende del tipo de contrato que tengas. «Hay que saber administrar el tiempo», menciona, refiriéndose a las largas temporadas lejos de su familia. Sin embargo, utiliza ese tiempo para crear nuevos actos, ensayar en el teatro que tiene a solo metros de su cabina y, en sus ratos libres, practicar deporte. «Al final, siempre sales siendo un mejor artista», reflexiona.
Mirando al Futuro
A pesar de llevar nueve años recorriendo los mares, Gastón Quieto sigue soñando. Cada vez que abre la cortina de su cabina y ve un paisaje nuevo, ya sea en Islandia, Groenlandia o en las costas mediterráneas, recuerda por qué eligió este camino. «Recorrer el mundo con mi show era una fantasía de niño. Hoy lo estoy viviendo», afirma con satisfacción. A futuro, Quieto planea seguir viajando y llevando su espectáculo a más territorios.
Con una combinación única de disciplina, creatividad y amor por la magia, Gastón Quieto ha logrado lo que muchos magos solo pueden soñar: llevar la magia a todas partes del mundo, compartiendo su arte con miles de personas y dejando una huella en cada escenario en el que se presenta.
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