Martin Gardner escribió este interesante prólogo en una de las ediciones del Expert At The Card Table donde revela su versión de la identidad del misterioso autor: S.W. Erdnase.
¿Quién fue Erdnase? Desde los primeros tiempos se advirtió que cuando este nombre se deletrea al revés se convierte en E.S. Andrews. Medio siglo atrás comencé una investigación para rastrear la verdadera identidad del autor. Él fue Milton Franklin Andrews, un nativo de Hartford, Connecticut, que dejó su hogar siendo muy joven para convertirse en uno de los más exitosos estafadores con cartas del país. Un hombre con un temperamento violento y con gusto por las prostitutas, fue buscado por la policia como el principal sospechoso en el asesinato de Bessie Bouton, una de sus muchas novias, en Cold Springs, Colorado.
En 1905, cuando la policia de San Francisco finalmente localizó a Andrews e irrumpió en su departamento, él se disparó asímismo y a la mujer con la que vivía; tenía 33 años (los sórdidos detalles del caracter de Andrews y su innoble vida se describen exhaustivamente en «El Hombre Que Era Erdnase», un libro sobre el cual Jeff Busby y yo asistimos al autor, Bart Whaley. Fue publicado en 1991 por Busby quien posee una casa de trucos de magia en Wallace, Idaho. La ricamente ilustrada y cuidadosamente documentada biografía de Whaley también discute muchas recientes mejoras a los métodos de Andrews.)
Aunque ya no hay más dudas de que Milton Andrews fue el autor de «El Experto en la Mesa de Juego», un gran misterios aún permanece. Andrews nunca fue a la escuela, y en una larga carta que él envió al «San Francisco Examiner», ofreciendo rendirse a la policia si ellos le concedían ciertas condiciones, se hace evidente que él nunca había adquirido la fina prosa con la cual el libro está escrito. ¿Quién entonces fue el hábil redactor del libro?
Sabemos que Andrews pagó a un impresor de Chicago para publicar su libro en 1902. Sabemos también que el le pagó a un artista de Chicago, Marshall D. Smith, para ilustrar el libro. Yo tuve el placer de localizar al anciano Smith cuando todavía vivía en Chicago. Me contó, que siendo joven, había ido al cuarto de Andrews en un hotel en un frío día de invierno para hacer los bocetos a lápiz de las manos del tahur mientras el sostenía las cartas sobre una mesa cubierta por un tapete de fieltro que se pueden ver en algunos de los dibujos (del libro). ¿Pero a quién pagó Andrews para que redactara el manuscrito? Hasta el día de hoy la pregunta permanece sin respuesta. En «El Hombre Que Era Erdnase», Whaley da excelentes razones para pensar que fue William John Hilliar, un mago inglés que se estableció en America y que fue escritor fantasma para los magos T. Nelson Downs y Howard Thurston.
Si Andrews en realidad asesinó a Bessie Bouton nunca lo sabremos. Es posible que no fuera más que un probable sospechoso. No hay dudas sin embargo que su corta vida fue peligrosa y tormentosa. Él debe haber sabido que su libro sería su única exposición para inmortalizar su fama. Él estaba inmensamente orgulloso de su habilidad y de sus originales contribuciones al trabajo con cartas y, como apunta en su libro, estaba frustado por la necesidad de mantener su talento oculto. Seguramente fue por eso que el encubrió su apellido en una forma tan simple que sería fácil descubrir…
Imagen: dananddave.com
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