Tres magos argentinos: Marcelo Goobar, Pablo Kusnetzoff y Emanuel Zaldua unieron sus talentos con el del dramaturgo Osqui Guzmán para crear El Centésimo Mono, una comedia que combina la magia con el teatro y está dando de qué hablar en su país.
A continuación, reproduzco la crítica del portal de teatro argentino culturar.com:
El centésimo mono es una comedia que logra cruzar el teatro y la magia en un espectáculo original, ingenioso que roza temas como los sueños, el dolor y la muerte. Los protagonistas son tres magos que juegan y asombran con sus trucos.
El centésimo mono, una comedia patética sobre la existencia mágica. La magia es una cómica versión de la muerte.
Hay una creencia que dice esto: Cuando el número cien de una especie adopta un determinado comportamiento, en otra parte del mundo, otros de la misma especie lo toma como propio, sin siquiera haberse comunicado.
Osqui Guzmán basa su técnica de creación y el trabajo con actores en la improvisación. Por eso sus espectáculos son creativos, únicos y estimulan la imaginación en su máxima expresión. En este caso indaga, al mismo tiempo, en el mundo de la magia y de la muerte.
Este cruce de dos artes diferentes pero relacionadas libera un espacio muy atractivo, lleno de misterio y gracia especial. Recorre con humor la duda y el miedo a lo desconocido, en definitiva a la muerte.
En esta obra hay un mago que se está muriendo. Debe operarse de urgencia ¿Qué sucede en su cabeza una vez que le han aplicado la anestesia total? Los sueños más estúpidos, la intimidad de su oficio y la lucha por librarse de los trucos, que le negaron la posibilidad de creer en la magia.
Si embargo tiene ahora una oportunidad: su propia muerte puede ser el único momento mágico de su existencia.
El final tiene una poesía que conmueve y divierte a la vez. Esa mezcla de sensaciones se mantiene durante todo el espectáculo que estimula zonas poco conocidas. Un acierto más de Osqui que nunca deja de sorprender.
Los magos y actores son los talentosos en su arte Marcelo Goobar, Pablo Kusnetzoff y Emanuel Zaldua. Ellos mismos en algún momento plantearon ¿Por qué sos mago? ¿Por qué le querés hacer creer al mundo que la magia existe? ¿Quién te mandó? Para nosotros es una comedia patética, porque se acerca a lo trágico. Hay un destino que es ineludible: la muerte. Se respira de entrada. La muerte está entre nosotros”, cuenta Guzmán que así comenzó el proceso de creación.
“El hombre frente a la muerte cumple los mismos estadíos que cumple el espectador frente a la magia”, dijo a la prensa el actor de El Bululú. “Una persona cuando se está por morir, primero niega la muerte. Después viene la rabia: ‘¡Por qué me voy a morir yo!’”, dice. Más tarde llega la negociación con la muerte: “Antes de morir voy a hacer un viaje, voy a comprarle propiedades a mis hijos. ¡Dame tiempo! Al final viene la depresión y por último la aceptación. Esto es cuando ya estás listo para morir”, explica. Parece que con la magia pasa algo parecido. “El espectador cuando se encuentra frente al mago, lo primero que hace es negar esa ilusión. Pero el mago empieza con sus trucos y la gente empieza a sentir rabia. ‘¿Cómo hace?’, se preguntan. Después viene la negociación: ‘Está bien, te aplaudo. Lo hiciste bien, pero no me engañes, yo sé que me estás escondiendo algo.’ Y finalmente, la aceptación, te queda la sensación mágica de que el mago es bueno. La obra propone que aceptemos la magia, como aceptamos la muerte”, dice este actor y no deja lugar para las dudas.
La obra mantiene al espectador atento, pendiente de cada acto de magia. Es cierto que hace intentos por descubrir los trucos hasta que decide disfrutar de la magia, dejarse sorprender por los trucos y ahí es cuando fluye el vínculo con el mago y se despliega todo lo teatral que el agrega Osqui.
Sobre el cruce entre magia y teatro que se da en este espectáculo, el autor y director Osqui Guzmán apunta en forma poética: La magia presenta al espectador un dilema: “en la vida hay tanto misterio e ilusión, que tus pequeños ojos no alcanzan a verlo”. El teatro es la comprobación de ese dilema. El teatro presenta en cambio otro dilema: “tu existencia es esa barca amarrada a un desvencijado muelle”. Metáfora que deja ver, en otro aliento, los propios suspiros. La magia es la elevación de ese dilema. El Centésimo Mono es mezcla. Es teatro que nos deja flotando en una alfombra mágica, y es magia que nos demuestra el patético círculo de la propia existencia.
FICHA TÉCNICA
Elenco:
Pablo Kusnetzoff – www.mago.com.ar
Marcelo Goobar – www.marcelogoobar.com.ar
Emanuel Zaldua – www.garrick.com.ar
Dirección: Osqui Guzmán
Asistencia de dirección: Juan Manuel Wolcoff
Diseño de Escenografía y Vestuario: Gabriela A. Fernandez
Asistencia de escenografía y vestuario: Estefanía Bonessa
Realización de vestuario: Patricio Delgado
Realización de escenografía: Miguel Yanson
Iluminación: Adrián Cintioli
Música: Tomás Rodriguez
Asistencia de Produccion: Silvina Palacios
Producción ejecutiva: Suky Martínez
Ficha técnico artística
Dramaturgia: Osqui Guzmán
Actuan: Marcelo Goobar, Pablo Kusnetzoff, Emanuel Zaldua
Iluminación: Adrián Cintioli
Diseño de vestuario: Gabriela A. Fernández
Diseño de escenografía: Gabriela A. Fernández
Realización de escenografia: Miguel Yanson
Realización de vestuario: Patricio Delgado
Música: Tomás Rodríguez
Asistencia de escenografía: Estefanía Bonessa
Asistencia de vestuario: Estefanía Bonessa
Asistente de producción: Silvina Palacios
Asistencia de dirección: Juan Manuel Wolcoff
Prensa: Debora Lachter
Producción ejecutiva: Suky Martinez
Dirección: Osqui Guzmán
LA CARPINTERÍA
Jean Jaures 858 (mapa)
Capital Federal – Buenos Aires – Argentina
Teléfonos: 4961-5092 4961-5092
Web: www.lacarpinteriateatro.com.ar
Entrada: $ 50,00 – Jueves – 21:00 hs
Deja una respuesta