Cuentan que una vez Picasso estaba en un parque cuando una mujer se le acercó y le preguntó si le podría hacer un retrato.
Picasso acepto y rápidamente hizo un boceto, después le mostró el boceto y ella complacida gustosamente pregunto que cuánto le debía.
Picasso le dijo: «Cinco mil dólares».
La mujer puso el grito en el cielo diciendo «¡Pero si le tomo solo 5 minutos!».
El dijo, «No, madam, me tomo toda mi vida«.
No regalemos nuestro trabajo.
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