Pararse en el escenario de Britain’s Got Talent, uno de los reality shows de talentos más importantes del mundo, con tan solo 13 años de edad es un reto gigante. Más aún si conoces la historia del pequeño Cillian O’Connor, un niño que sufre de autismo y encontró en la magia un medio para relacionarse con las personas. Llegó hasta la final del programa gracias a su simpatía e historia de vida.
Su historia comenzó en la audición donde mostró un efecto que seguro vieron hace un tiempo hecho por un montón de colegas en redes sociales, pero O’Connor le da una vuelta interesante al mostrarlo en formato grande. Además, cuenta un poco de su historia, conecta con el público y los jueces logrando un resultado muy positivo. Lo mejor es su reacción tan genuina pues se nota que invirtió una buena cantidad de tiempo y esfuerzo en preparar su acto.
Durante su segunda salida veremos tal vez el efecto más visual de todos los que presenta en el programa, algo que se ve muy mágico y que es lo que cualquiera esperaría suceda en un espectáculo de magia. Esto le valió su pase a la gran final.
En su última intervención usó un recurso que ya hemos visto antes en estos Got Talent, y es recapitular el camino, lo que ha pasado hasta el momento y cerrar con algo más emotivo. Lástima (ya verán por qué) que justo terminando el acto hay un flash de esos que duelen. Y no me refiero a la película de DC(?).
Más allá de todo, siempre da gusto ver niños haciendo magia porque, al igual de lo que pasó hace poco con Anna DeGuzman en AGT, más allá de lo bueno o no tanto (según la medida y criterio de cada quien) este tipo de actos inspiran a otros niños a explorar el camino de la magia.
En fin, disfrutemos de las buenas actuaciones de Cillian O’Connor y comenta cual te gustó más.
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